viernes, 16 de julio de 2010

MARÍA, MODELO DE ENTREGA A DIOS

Este año declarado Sacerdotal por el Santo Padre Benedicto XVI por celebrarse el 150 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars y que quedó clausurado el pasado 11 de junio, hemos querido dedicar nuestra revista a María, modelo de entrega a Dios porque Ella es la mujer fiel que recibió la vocación única de ser la Madre de Dios. Es María la mujer que se entrega plena y confiadamente a los designios de Dios. Por ello, desarrollaremos este tema con la generosa colaboración de sacerdotes que, con su saber hacer, nos harán profundizar en cuatro aspectos relacionados con la entrega de María a Dios.

En primer lugar, Monseñor D. Ginés Ramón García Beltrán, Obispo de Guadix y Consiliario de Honor de nuestra Hermandad, escribe sobre el Sí de María al pie de la Cruz: “Hágase en mí según tu palabra”. Su Sí no se queda en la encarnación sino que se completa cuando entrega voluntaria a su propio Hijo.

Por otro lado, el Rvdo. D. Alberto Pelegrina Morales, cura párroco de La Concepción de Albox y licenciado en Teología Dogmática, escribe sobre el Sí de María que se apoya en la esperanza. “Dichosa tú que has creído”. “Sé de quién me he fiado”. Se tiene esperanza en Aquel que sabemos que nos ama.

En tercer lugar, el Rvdo. D. Pedro María Fernández Ortega, licenciado en Teología Espiritual escribe sobre María mujer orante, “proclama mi alma la grandeza del Señor”. Las actitudes de entrega, de esperanza, de caridad…, son fruto de una vida de oración y contemplación. “El cristiano del siglo XX será un místico en la acción”. ¿Cómo articular un misticismo para nuestro siglo? ¿El mirar a las religiones orientales no será porque nos encontramos faltos de misticismo?

Y finalmente, el Rvdo. D. Francisco Sáez Rozas, cura párroco de San Isidro de El Ejido,  licenciado en Teología Fundamental y profesor del Seminario Diocesano, nos escribe sobre como María se puso en camino, es decir, el amor a Dios nos lleva al hermano. La caridad como signo también de entrega a  Dios, “quien dice que ama a Dios y no ama a su hermano es un embustero”.

A estos artículos se unen otros también relacionados con la vocación sacerdotal y la vida consagrada que nos harán reflexionar y conocer cómo Dios sigue llamando y cómo su llamada es escuchada.

Que la Santísima Virgen del Carmen interceda para que permanezcan fieles a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.