Un declamar y un cantar
a nuestro Bendito Niño
y a nuestra querida Madre,
“Reina de la Huertas y
del Monte Carmelo.”
De pequeña me elevé hacia arriba,
toqué el Cielo y regresé hasta aquí.
Desde entonces mi Madre Querida
no concibo la vida sin Ti.
(cantado)
Pon en mi Alma un arsenal de amores
que a raudales los pueda expandir
entre versos y aromas de flores,
de azucena y de blanco jazmín.
Hijo y Madre del fiel Universo:
Hoy el Alma se siente feliz
percibiendo ese Amor, ese Beso,
como rayos de Sol y un sentir. (bis)
Paquita Piedra Martín
Julio 2010
Julio 2010
