viernes, 16 de julio de 2010

UNA “ESTRELLA” ENTREGADA A DIOS


“Algunas veces encuentras en la vida una amistad especial:
ese alguien que al entrar en tu vida la cambia por completo.
Ese alguien que te hace reír sin cesar;
ese alguien que te hace creer que en el mundo
existen realmente cosas buenas.
Ese alguien que te convence de que hay una puerta lista para que tú la abras”.

Con esta parte del poema titulado “Algunas amistades son eternas” del escritor Laurieann Kelly, es como podría resumir en seis líneas, la corta amistad, en cuanto a tiempo se refiere; aunque ancha, abierta y profunda, que me vincula con la persona de la que voy a hablar y que la gran mayoría conocéis. No puedo escribir menos de lo que mi humilde corazón siente tras estos años de amistad; ni más porque tampoco sería sincero. Doy gracias a Dios a diario porque ha querido que me encontrara en su camino y desde aquel momento poder disfrutar de su amistad: muy cercana, diaria y sincera. Sí, les hablo de mi hermano y amigo, el Rvdo. José María Sánchez García.

Nacido el día de San Juan de la Cruz del año 1986 en el seno de una familia con un ambiente cristiano. Formada esa familia por aquél entonces por sus padres José y María José. Feligrés de la Parroquia del Espíritu Santo de la ciudad de Almería hasta el año 1999 y a partir de ese mismo año se traslada por cambio de residencia a la Parroquia de San Sebastián. Vivió su infancia y juventud rodeado de su familia, amigos, compañeros y sacerdotes. Todos ellos fueron colaborando y forjando su crecimiento tanto personal, estudiantil como espiritual; llegando en algunos casos particulares a ser sus puntos de referencia sacerdotal.

Comenzó su andadura estudiantil en el Colegio La Salle de Almería, graduándose allí en Educación Secundaria Obligatoria. Una vez finalizada esta etapa, continúa estudiando bachillerato en el Colegio de la Compañía de María. Y es al finalizar esta etapa cuando José María, comienza a sentir con mayor fuerza en su interior, la nueva misión que le encomienda nuestro Padre Celestial y decide incorporarse por voluntad propia al Seminario Diocesano  “San Indalecio” de Almería.

El día 4 de septiembre del 2004 ingresa en el Seminario Diocesano. Momento en el que por su cabeza pasaban pensamientos variopintos desde miedo (por no saber si estaría a la altura), pasando por incertidumbre (por ser algo nuevo) y terminando en confianza (por saber que Dios era el que se lo había encomendado y tenía que darle una respuesta lo más fiel y segura posible). Desde ese momento se ha estado formando y cultivando para crecer conforme a los cánones y patrones de la Iglesia; y superando sus carencias, límites y debilidades para conducir su vida y su corazón a Jesús.


El pasado 27 de abril de 2008, fue instituido en el ministerio de acólito por el Obispo de la Diócesis, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Adolfo González Montes. Fue una ceremonia en la que todos los que estuvimos presentes, observamos como comenzaba a brillar una nueva etapa en el camino de ser sacerdote. Ser acólito significa: “el que está junto al altar”.




Han sido varias las ocasiones en las que hemos gozado de la presencia de nuestro hermano José María, acompañándonos en cada celebración de la Eucaristía junto al altar. Creo que el Señor le concedió más solidamente durante esta etapa el don de la piedad, la virtud de la pureza, y aumentó su fe en la Divina Presencia en el altar, motivando su adoración sincera.

Pocos meses después, y cuando el mes más caluroso del verano nos acompaña, nuestro hermano José María nos sorprendió gratamente con su pregón en honor a Nuestra Madre Santísima del Carmen. Un pregón con el que nos invitó a realizar junto a él la subida del Monte Carmelo y una vez allí, contagiarnos del amor de Dios y de nuestra Madre Celestial.


Este año 2010, año sacerdotal declarado por el Santo Padre Benedicto XVI; hemos tenido el privilegio de poder vivirlo de un modo especial y entrañable. El pasado día 19 de marzo, nuestro hermano José María Sánchez fue ordenado Diácono de Cristo.




José María ha sido consagrado para servir; puesto que en él, todas las personas podamos sentir que se hace presente Cristo Jesús, Evangelio del Padre. La Buena Noticia de la gracia, la paz y el perdón se hace visible en este diácono. Una ceremonia que realmente estuvo cargada de un gran sentimiento espiritual y religioso; en la que se muestra que realmente este diácono se encuentra preparado para desempeñar la tarea a la que ha sido llamado. Uno de los momentos más impresionantes fue cuando el ordenando se postra mientras la Iglesia peregrina y triunfante intercede por él. 

José María es una persona que es como las “estrellas”. Siempre está ahí cuando precisas de su ayuda o de su colaboración, derrochando alegría, felicidad, entusiasmo, optimismo y mucha energía. Una “estrella” con un corazón grande, sencillo y muy maduro… Una “estrella” que brilla con luz propia y especial. Una “estrella” entregada a Dios.

En su corazón, guarda el cariño a sus seres más queridos (familia, amigos, compañeros) y guarda el amor a Jesús Sacramentado y a María Santísima (bajo sus dos advocaciones más queridas: El Carmen y El Mar).


Me gustaría terminar, querido lector, este artículo de biografía, entrega y reflexión, con una oración por el Rvdo. José María Sánchez y por todos los diáconos de la Iglesia Universal. Ellos son el presente y el futuro; ellos son los misioneros que anuncian la Vida en este siglo XXI.
Dios y Padre Nuestro,
fortalece con la gracia del Espíritu Santo
a todos los Diáconos de tu Iglesia,
para que desempeñen con alegría,
fidelidad y en espíritu de comunión eclesial
su ministerio pastoral,
siguiendo los pasos de tu Hijo Jesucristo,
"que no vino a ser servido, sino a servir
y dar su vida en redención de la humanidad".
Te pedimos por las familias de los diáconos
para que sean auténticas "Iglesias domésticas",
según el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret,
y de ella surjan vocaciones sacerdotales y religiosas.
¡Virgen María, Madre de la Iglesia
y Reina de los Apóstoles,
ruega por los ministros del Señor!
Amén.

¡Gracias José María por tu  amistad!

José Antonio Ruiz Ruiz